Napoleón le ha contado a Ann una historia de su juventud que la ha dejado pegada a la silla. Le ha dicho que antes de casarse, durante los años de noviazgo, durante los veranos tenían un pacto no escrito y se separaban. Él era un experto en la ruta del bacalao y como era “guapete” triunfaba entre las chicas, “Todos los caminos conducían a mi ‘chorra”, le ha soltado convencido. Ann se lo ha tomado a guasa, “debe tener una ‘chorra’ de oro”, ha dicho entre risas.
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