Eva ha entrado en el restaurante como una auténtica princesa de cuento. No sólo por el vestido que llevaba, también porque se moría de la ilusión de conocer a su príncipe azul. Ella misma dice que es muy “Flower Power”, que cree en la magia y que le gusta mucho abrazar, amar y ser amada. Eso sí, lleva 13 años sin tener pareja.
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