Carolina tiene un hijo de siete años y dos trabajos y le cuesta mucho conciliar su ajetreada vida con una pareja. Sin embargo, está segura de que, en el amor, todo es posible: “Esa magia de la que habla todo el mundo es física cuántica. Yo creo que, con tu sólo pensamiento, puedes llamar a una persona. Y que uno puede conseguir cualquier cosa si lo deseo”.