Si Piedad no es toda una princesa de cuento que baje quién tenga que bajar y lo vea. Ella, con un vestido de tul azul que le sienta a las mil maravillas, él, convertido en el príncipe de cuento que Piedad siempre ha soñado. ¿Se trata del cuento perfecto? Casi, solo faltaba el precioso instante final en el que Limones se ha arrodillado frente a su chica para pedirle que durante dos meses se vaya a vivir con él (justo el tiempo que no estarán sus padres en casa y la tendrán para ellos solitos 😏). ¡Qué bonito!
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